La noticia no se ha hecho esperar en el sector: Pfizer anuncia un ERE que afectará a 220 trabajadores , principalmente redes de venta, administración y mandos intermedios, pero no tocará a los que ahora mismo se encuentran en las plantas de producción de salud animal (Olot) y salud humana (San Sebastián de los Reyes).
El recorte afecta al 11% de su plantilla. En un principio, es la consecuencia de los 4 reales decretos ley que ha sufrido el sector y que han reducido el margen de beneficio de la compañía.
Pfizer hace años que vendió parte de su portafolio de parafarmacia para invertir aún más en I+D y centrarse en la especialidad médica. Como líder farmacéutico de ventas, ha sido y es un gran poseedor de patentes siempre detrás de una sólida estructura de I+D, así como poseedora de na estrategia ejemplar de compras de farmacéuticas y biofarmacéuticas con potencial. En estos 3 últimos años caducaron patentes importantes, cosa que también afectó considerablemente al crecimiento. Véase el caso de la famosa atorvastatina, la molécula más preciada de la multinacional.
Si a esto, le sumamos el precio medio con el que estaban vendiendo sus marcas y los «golpes» de los reales decretos españoles, es normal que la filial española haya recibido la orden central desde EE.UU para iniciar el proceso de ERE.
La crisis económica se sumó al carro de la incentivación de los genéricos hace años, y desde entonces otras compañías como Sanofi, el año pasado, o Roche ya recortaron en personal ante una situación que se convertía en hostil.